Para tener buena suerte

La suerte es algo que no podemos controlar, va y viene en cualquier momento. A veces sentimos que todo nos sale mal, que tenemos mala suerte. La mejor manera de atraer la buena suerte es concienciarnos de que podemos cambiar nuestra fortuna esforzándonos, siendo positivos y no rendirnos nunca. Orar para pedir buena suerte puede ayudar, pero tenemos que poner de nuestra parte.

 

Oración a san Jorge para tener buena suerte

Glorioso y poderoso San Jorge, noble guerrero amado de Dios,
ayudadme a vencer a en esta lucha.

Recio y valiente defensor de las causas justas,
acude a mi cuando mis enemigos crean haber ganado la batalla.

Legendario defensor y luchador de todo el que necesita ayuda,
y acompañado siempre por las fuerzas del bien,
que el brillo de tu espada sea la luz, que corte las tinieblas de la desesperanza,
de las miserias, de los afligidos, de los desesperados y de los dolientes,
general de mil batallas ahora te invoco, para alcanzar la victoria en:

(Pedir buena suerte)

Gracias por oír mi súplica y por su rápida resolución. Amén

Oración para tener buena suerte

Dios mío, creemos en ti, perdona por dirigirnos así, pero te necesitamos, solo a ti, porque Tú puedes, te amamos sobre todas las cosas con toda nuestra alma, con todo el corazón, con todas nuestras fuerzas, te amamos porque eres infinitamente bueno, y porque te amamos, nos pesa de todo corazón pedirte que nos ayudes a afrontar esta carga que por nuestra mala cabeza nos encontramos en esta situación de desesperación, se que hay otros peor que nosotros, pero por favor ten misericordia de nuestra súplica, haz que este año nos acompañe la suerte, lo pedimos por necesidad, no por gusto, con amor te ofrecemos el sacrificio de rezar todos los días esta oración de amor, gracias Dios, por tu bondad y gran Espíritu Santo. Amén.

Oración a san Hilarión para pedir buena suerte

Oh merecedor de toda alabanza Padre san Hilarión,
que desde tu infancia amaste a Jesús con todo tu ser,
hasta el punto de distribuir su fortuna a los pobres
y vivir retirado en el desierto entregado su suerte solo a Él,
ahora que habitas en los Cielos junto a los Ángeles
solicita el perdón y la gran misericordia,
para aquellos que, con anhelo y sencillez,
recurrimos a ti como bendito intercesor
buscando tu milagroso y generoso auxilio
en nuestras conflictos, dificultades y necesidades.

Oh gloriosos san Hilarión, gran abad y maestro de la vida ascética
que con la pureza de tu humilde y tranquila conducta,
y enriquecido por el poder y la gracia del Señor,
recibiste los dones de las curaciones y los divinos milagros
y confiando en la Cruz y armado con Ella,
favoreciste a tantos aliviando sus deseos del alma
y sanando las enfermedades de sus cuerpos;
tu que llenaste de favores a todos los necesitados
y eres abogado de las cosas difíciles,
suplica con fervor por nuestras adversidades e infortunios,
y consíguenos que gocemos de fortuna, de suerte, de abundancia y bienestar,
en nuestros hogares, trabajos, negocios e inversiones.

Oh milagroso san Hilarión, tu que tantísimas buenas obras hiciste en la tierra
ahora que estas de pie ante el Cristo Soberano de todos
suplícale por nuestras graves dificultades,
por los problemas que nos angustian y abruman,
y ruégale, que por el amor que profesa a la humanidad,
nos conceda lo que con inmensa fe pedimos:

(pedir por lo que deseas buena suerte).

San Hilarión divino hacedor de milagros e inspirado por Dios,
tu que recibiste ayuda de los Cielos en tu entregada vida
no dejes de mediar por nosotros, para que también recibamos ayuda Celestial,
y por la caridad que abrasó tu puro y santo corazón
consigue para nosotros prosperidad, suerte, progreso y bienestar,
consíguenos salud del cuerpo y alma
y guárdanos siempre bajo tu paternal protección.
Pero sobre todo, glorioso san Hilarión, alcánzanos de Dios Nuestro Señor
que vivamos con amor, caridad, rectitud y justicia,
y que consigamos de su infinita misericordia,
la remisión de nuestros pecados y faltas y que, después de esta vida,
podamos alcanzar la eterna felicidad. Así sea.

Oraciones para pedir un milagro

Dicen que con fe se consigue cualquier cosa, que la fe mueve montañas, muchos santos en la historia han hecho milagros por su fuerte creencia. Siempre debemos intentar conseguir las cosas por nosotros mismos, pero si no os sentís con tanta fuerza, aquí os dejo unas oraciones para pedir milagros.

 

Oración al Señor de los Milagros

Señor de los Milagros, en tu presencia vengo a hacer mi oración.
Mi fe en Ti, está presente, Porque tú todo lo llenas.
Estas en todas partes, Para que en todas partes yo te busque.

Estas dentro de mí
Para darme y conservarme el ser, estas delante de mí para guiarme,
estas detrás de mí para defenderme, estas debajo de mí para sostenerme
estas sobre mí para bendecirme, estas a mi lado para acompañarme,
estas siempre conmigo para inspirarme, para fortalecerme,
para trabajar conmigo.

A tu presencia vengo pues, Señor de los Milagros, a hacer mi oración.
Haz que ella sea sencilla, humilde, sincera.

Sencilla como la súplica del niño, humilde como la petición del pobre.
sincera como la oración del publicano.

Aquí estoy, Señor de los Milagros,
En tu presencia,
Pobre ante le rico,
Enfermo ante el médico,
Débil ante el omnipotente,
Pecador ante la santidad infinita.
Quiero postrarme,
Reverente para adorarte.
Quiero que mis pensamientos
Todos sean para Ti.

Que para Ti sean todos mis deseos, todos mis afectos, toda mi voluntad,
todo mi entendimiento.

Y que mi oración, sencilla, humilde y sincera,
sea Señor para gloria y alabanza tuya.

Te ruego atiendas mí suplica:
(pedir el milagro deseado)
Así sea.

para pedir un milagro

Señor,

Ahora que estoy aquí en tu presencia, que me concedas un milagro te pido,
y llego a ti con toda mi inocencia.

Con convicción de que tu amor eterno, me ampara y me llena de tu esencia,
tú que para mí deseas todo lo bueno, obra tu gran amor en mi conciencia.

Te doy las gracias por todo tu sustento, y en tus manos pongo mi gran sueño.
Siento en mi ser tu divina verdad, y el milagro que pido con empeño.

Bajo tu gracia, Voluntad Divina, y con el bien de todo el mundo en mente,
que se haga todo de manera perfecta, te doy las gracias por oírme siempre.

Amén.

Oración para pedir milagros y peticiones difíciles

Señor Dios, cuando la multitud de los pecados pareciera ya separar
la humanidad de Tu hermosa y grandiosa presencia para siempre,
Tu misericordiosamente nos enviaste a Tu único Hijo,
nuestro Señor Jesucristo; para que con su Pasión,
Muerte y Resurrección pudiéramos una vez mas entrar en Tu eterna presencia.

Este preciosísimo acto de completa compasión y de total amor,
nos ha demostrado que para Ti no hay nada imposible,
y que con Cristo todo es posible.

Por lo tanto, confiando en Tu totalidad suprema,
y entregándonos completamente a Cristo nuestro Redentor,
te pedimos que hagas milagros con las peticiones que presentamos hoy ante a Ti.
Te pedimos esto en el Nombre de nuestro único
y absoluto intermediario, Jesucristo nuestro Señor.

Amen

Oraciones por la paz del mundo

paloma paz

La violencia y la guerra son los problemas que más daño hacen en el mundo, no siempre podemos ayudar con estos problemas y por eso rezamos para que reine la paz en el mundo. Estas oraciones son una buena forma de rezar pidiendo paz.

Oración franciscana por la paz

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.

Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

Oración del Papa Juan Pablo II por la paz

Dios de infinita misericordia y bondad,
con corazón agradecido te invocamos hoy en esta
tierra que en otros tiempos
recorrió San Pablo.

Proclamó a las naciones la verdad de que en
Cristo Dios reconcilió al mundo consigo. Que tu
voz resuene en el corazón
de todos los hombres y mujeres,
cuando los llames a seguir
el camino de reconciliación y paz,
y a ser misericordiosos como tú.

Señor, tú diriges palabras de paz
a tu pueblo y a todos
los que se convierten a ti de corazón.
Te pedimos por los pueblos de
Oriente Próximo.

Ayúdales a derribar las barreras
de la hostilidad y de la división
y a construir juntos un mundo
de justicia y solidaridad.

Señor, tú creas cielos nuevos
y una tierra nueva.
Te encomendamos a los jóvenes
de estas tierras.

En su corazón aspiran
a un futuro más luminoso;
fortalece sus decisión de ser hombres
y mujeres de paz y heraldos
de una nueva esperanza para sus pueblos.
Padre, tú haces germinar
la justicia en la tierra.

Te pedimos por las autoridades civiles
de esta región,
para que se esfuercen por satisfacer
las justas aspiraciones de sus pueblos
y eduquen a los jóvenes
en la justicia y en la paz.

Impúlsalos a trabajar generosamente
por el bien común y a respetar
la dignidad inalienable de toda persona
y los derechos fundamentales que derivan de la
imagen y semejanza del Creador
impresa en todo ser humano.

Te pedimos de modo especial
por la autoridades de
esta noble tierra de Siria.

Concédeles sabiduría, clarividencia
y perseverancia;
no permitas que se desanimen
en su ardua tarea de construir
la paz duradera,
que anhelan todos los pueblos.
Padre celestial, en este lugar
donde se produjo la conversión
del apóstol San Pablo,
te pedimos por todos los que creen
en el evangelio de Jesucristo.

Guía sus pasos en la verdad y en el amor.
Haz que sean uno, como tú eres uno
con el Hijo y el Espíritu Santo.

Que testimonien la paz que supera todo
conocimiento y la luz que triunfa
sobre las tinieblas de la hostilidad,
del pecado y de la muerte.

Señor del cielo y de la tierra,
Creador de la única familia humana,
te pedimos por los seguidores
de todas las religiones.

Que busquen tu voluntad en la oración
y en la pureza del corazón,
y te adoren y glorifiquen tu santo nombre.
Ayúdales a encontrar en ti la fuerza
para superar el miedo y la desconfianza, para que
crezca la amistad y la paz,
y vivan juntos en armonía.

Padre misericordioso,
que todos los creyentes encuentren
la valentía de perdonarse unos a otros,
a fin de que se curen las heridas del pasado y no
sean un pretexto
para nuevos sufrimientos en el presente.

Concédenos que esto se realice
sobre todo en Tierra Santa,
esta tierra que bendijiste
con tantos signos de tu Providencia
y donde te revelaste como Dios de amor.

A la Madre de Jesús,
la bienaventurada siempre Virgen María,
le encomendamos a los hombres
y a las mujeres que viven en la tierra
donde vivió Jesús.

Que, al seguir su ejemplo,
escuchen la palabra de Dios
y tengan respeto y compasión
por lo demás, especialmente
por los que son diversos de ellos.

Que, con un solo corazón y una sola mente,
trabajen para que todo el mundo sea
una verdadera casa para todos sus pueblos.
¡ Paz! ¡Paz! ¡Paz!
Amén.

Oración por la paz del mundo del Papa Pablo VI
Señor, Dios de la paz,
Tu que creaste a los hombres para ser herederos de tu gloria,
Te bendecimos y agradecemos porque nos enviaste a Jesús,
tu hijo muy amado.

Tu hiciste de El, en el misterio de su Pascua,
el realizador de nuestra salvación,
la fuente de toda paz, el lazo de toda fraternidad.
Te agradecemos por los deseos,
esfuerzos y realizaciones que tu Espíritu de paz suscitó en nuestros días,
para sustituir el odio por el amor,
la desconfianza por la comprensión,
la indiferencia por la solidaridad.

Abre todavía mas nuestro espíritu y nuestro corazón para las exigencias concretas del amor a todos nuestros hermanos, para que seamos,
cada vez mas, artífices de la PAZ.

Acuérdate, oh Padre, de todos los que luchan, sufren y mueren
para el nacimiento de un mundo mas fraterno.
Que para los hombres de todas las razas y lenguas
venga tu Reino de justicia, paz y amor.
Amen.

Oraciones a san Antonio de Padua

San Antonio de Padua fue un fraile de Lisboa, aunque se ganó el nombre por la ciudad italiana donde se hizo conocido, gran orador que se ganó el título de doctor evangélico.

Es patrón de los franciscanos, ayuda contra los naufragios, contra el hambre, es protector de los indios americanos, de los ancianos, mascotas, cosechas, objetos perdidos y embarazadas.

san antonio de padua

Se le representa con el niño Jesús en brazos porque dicen que estando en casa de un amigo, éste vio a San Antonio con un niño resplandeciente en sus brazos.

Nació en Lisboa, entró en la Orden de los Frailes Menores donde comenzó sus estudios de la Biblia y la teología. Tras oír sobre la muerte de unos franciscanos, San Antonio dejó su orden para hacerse franciscano y se dirigió a Marruecos para predicar el Evangelio, pero una enfermedad lo obligó a volver, aunque una tormenta desvió su barco a Sicilia, donde le designaron a una ermita en las montañas de un pueblo, donde se dio a conocer como gran orador. San Francisco de Asís le envió una carta con el encargo de predicar y de enseñar Teología a los frailes. Tiempo después, el mismo Francisco le nombró comisionado para luchar contra la de la herejía en Francia.

Según cuenta la leyenda, cuando llegó a Rímini los herejes no le dejaron acudir al pueblo a dar sus sermones, así que San Antonio se fue a la orilla del mar y empezó a gritar:  «Oíd la palabra de Dios, vosotros, peces del mar, ya que los pecadores de la tierra no quieren escucharla».  Entonces acudieron miles de peces sacudiendo la cabeza en señal de aprobación.

 

Oración a San Antonio para pedir su intercesión

¡Oh glorioso San Antonio!, a quien Dios ha elegido como intercesor nuestro en los apuros y pérdidas de la vida material, y como protector de los pobres ante los ricos: protégenos con tu favor en todas las necesidades y enredos de nuestra vida, danos sincero amor de los pobres, mucha confianza en Dios y alto aprecio de la vida eterna, a la cual se ordena toda la vida temporal.

Especialmente suplicamos tu intercesión en este favor que te pedimos.

Oración a San Antonio de Padua para que perdone los pecados

¡Oh admirable y esclarecido protector mío, San Antonio de Padua! Siempre he tenido grandísima confianza en que me habéis de ayudar en todas mis necesidades, rogando por mi al Señor a quien servisteis, a la Virgen Santísima a quien amasteis y al divino Niño Jesús que tantos favores os hizo. Rogadles por mi, para que por vuestra poderosa intercesión me concedan lo que pido.
¡Oh Glorioso San Antonio! Pues las cosas perdidas son halladas por vuestra mediación y obráis tantos prodigios con vuestros devotos; yo os ruego y suplico me alcancéis de la Divina Majestad el recobrar la gracia que he perdido por mis pecados, y el favor que ahora deseo y pido, siendo para Gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

Oración a San Antonio para causas imposibles

Oh bendito San Antonio, él más gentil de todos los santos, tu amor por Dios y tu caridad por sus criaturas te hicieron merecedor, cuando estabas aquí en la tierra, de poseer poderes milagrosos. Los milagros esperaban tu palabra, que tu estabas siempre dispuesto a hablar por aquellos con problemas o ansiedades. Animado por este pensamiento, te imploro obtengas para mí…
(menciona tu petición)
La respuesta a mi rezo puede que requiera un milagro, pero aun así tú eres el santo de los milagros.

Oh gentil y querido santo, cuyo corazón siempre esta lleno de compasión humana, susurra mi petición a los oídos del dulce Niño Jesús, a quien le gustaba estar entre en tus brazos, y por siempre tendrás la gratitud de mi corazón.

Oración a san Antonio para el amor

San Antonio, tú que estas lleno de gloria, amor, bondad y muchas virtudes que Dios te otorgo para que pudieras realizar grandes milagros para las personas de este universo tan grande. Te aclamo hoy a ti que eres bueno con todo aquel que necesita tu ayuda, que eres piadoso con todo aquel que busca la felicidad de tener un amor ideal a su lado, tú que estas amor te imploro puedas concederme la dicha y la felicidad de poder encontrar el amor que me acompañara siempre, para poder encontrar a esa persona ideal, mi otra mitad, el complemento a mi vida, la pieza que me falta para armar mi mundo. Te pido que me ayudes a encontrar esa alma gemela que espera por mí que piensa en mí, preguntándose también en que parte del mundo estaré, pensando en el momento que podamos unir nuestras mentes, nuestro cuerpo, nuestro espíritu, nuestros corazones. Sé que tú me escucharas y me ayudaras con mis plegarias pidiendo por mí al niño Jesús con quien estuviste siempre y al dios padre todo poderoso que te brindo de tantos dotes, de gloria y bendición para que así mi alma encuentre la felicidad junto a mi amor eterno. Amén

Oración diaria a san Antonio de Padua

Amado San Antonio de Padua, yo te saludo, y me regocijo en los favores que nuestro Señor Jesucristo libremente te ha otorgado.
Te recuerdo especialmente en tu momento de dicha cuando el Divino Niño Jesús
condescendió abrazarte con ternura.
Patrón de los franciscanos, ayuda contra los naufragios, contra el hambre.
Protector de los indios americanos, de los ancianos, animales domésticos, pescadores, marineros, cosechas, pérdida de objetos, mujeres embarazadas, contra la esterilidad.
Oh, permite que tu corazón se conmueva para interceder por mi, para escucharme y responderme.
Dile al Señor de mis necesidades, de tu devoto/a seguidor/a.
Solo una palabra, una mirada que llegue desde tu corazón que tanto ama el Niño Jesús, coronará mi éxito y me va a llenar de alegría y gratitud. Amén.
San Antonio de Padua a quien el Niño Jesús amó y honró, te suplico que me concedas esto que te pido.
San Antonio de Padua, tu que eres poderoso en la palabra y también en la acción, concédeme te suplico, lo que te pido.
San Antonio de Padua, tu que siempre estas dispuesto a ayudar a aquellos que te invocan, concédeme mi petición. Amén.

Oraciones a san Alejo

A san Alejo se le reza para alejar enemigos y cualquier mal proveniente de otras personas o del demonio, tentaciones, malas lenguas y personas que nos desean mal.

Dice la leyenda que era hijo de un acaudalado senador romano. Nacido en roma pasó su juventud en esta ciudad y desde muy pequeño repartía todo el dinero que conseguía y entre los necesitados.

Pero a los veinte años se dio cuenta de que vivir en una familia rica y en una sociedad mundana era peligroso para el alma, así que se fue de casa sólo con lo puesto a Siria.

Allí vivió 17 años dedicado a la adoración y a la penitencia, mendigando para él y para los otros necesitados. Alejo era tan santo que la gente lo llamaba «el hombre de Dios». Estuvo predicando la virtud de la pobreza y la humildad. Tras esos 17 años alguien contó que el mendigo era hijo de una rica familia, y por temor a que le rindieran honores, Alejo volvió de Siria a Roma.

san alejo

Al llegar a casa de sus padres a pedir trabajo, estos no vieron que el mendigo era su hijo y lo mandaron a trabajar en lo más humillante y pesado, y así estuvo durante otros 17 años durmiendo debajo de una escalera, y aguantando y trabajando hacía penitencia, y ofrecía sus humillaciones por los pecadores.

Tras ese tiempo enfermó, y moribundo llamó debajo de la escalera a sus padres, y les contó que él era su hijo, que por penitencia había escogido aquél tremendo modo de vivir. Los dos ancianos lo abrazaron llorando y lo ayudaron a morir sin sufrimiento.

 

Oración a san Alejo para alejar los enemigos

Bienaventurado San Alejo, tú que encontraste favor ante el Señor y desde la gloria repartes bendiciones y protección, no dejes que ningún enemigo ni adversario me cause daño e intranquilidad, con tu poder y valimiento,  por tu mérito e intercesión, te pido santo amado, aleja de mí todo lo que me pueda perjudicar.

Bienaventurado san Alejo, primer rey de Alejandría, no me desampares ni de noche ni de día, así mismo te suplico que veles por mi persona y me alejes de enemigos que procedan de mala fe contra mi, líbrame y aléjame del poder del demonio, de los hombres malvados, de animales feroces, de brujerías y hechicerías.

San Alejo, San Alejo, San Alejo, tres veces te he de llamar, todas las veces que se me ofrezca, para que me libres de todo mal.

Tres cruces te ofrezco, que es señal de buen cristiano, para que castigue la mano criminal al villano que quiera hacerme mal.

Así quebrará también la lengua al que mal quiera hablar de mi.

Te ruego piadoso San Alejo, que no abandones los alrededores de mi casa y todo lo que esté a mis pies y sea de mi obligación.

Amén. Jesús.

Oración a san Alejo para evitar traiciones

San Alejo de León, si alguna persona quisiera traicionarme, permita Dios que se le caigan las alas del corazón y venga humilde a mi, como vino Jesús al pie de la Cruz.

Así sea.

Oración a san Alejo para apartar los males

¡Oh gloria de la nobleza romana y verdadero amador de la pobreza e ignominia de Cristo! ¡Oh San Alejo bendito! que en la flor de tu juventud, por obedecer a la inspiración del Señor, dejaste a tu esposa y saliste como otro Abraham de la casa de tus padres, y habiendo repartido lo que llevabas con los pobres, viviste alejado como pobre y mendigo tantos años desconocido y menospreciado entre los hombres. Tú fuiste muy regalado y favorecido de la Virgen María nuestra Reina y señora, y huyendo de las alabanzas de los hombres, volviste por instinto de Dios a la casa de tus padres que por su voluntad habías dejado, para darnos ejemplo de humildad, de paciencia, de sufrimiento y constancia, y para triunfar de tí y del mundo con un género de victoria tan nuevo y tan glorioso.

Pues, ¡oh santo bienaventurado! rico y pobre, noble y humilde, casado y puro, llorado de tus padres, denostado de tus criados, desestimado de los hombres y honrado de los ángeles, abatido en el suelo y sublimado en el cielo, yo te suplico, San Alejo dulcísimo, que por tus merecimientos y oraciones yo alcance del Señor la virtud de la perfecta castidad, de obediencia, de menosprecio de todas las cosas transitorias, y gracia para vivir como hombre peregrino de su patria, y desconocido y muerto al mundo.

Amén.

Oración a san Alejo para alejar el mal 

OH! Glorioso San Alejo mío, tú que tienes el poder de alejar todo lo malo que rodea a los los escogidos del Señor, te pido que alejes de mí a mis enemigos. Aléjame de Satanás, aléjame del mentiroso y hechicero, así como también del pecado y por último, aleja al que viniere a mi para hacerme daño. Ponme tan lejos de los malos que jamás me vean. Así sea. 

Aleja los malos pensamientos, aleja los insensatos que quieran hacerme mal. Acércame al Señor para que con su divinagracia me cubra de todo lo bueno y me reserve un puesto a la sombra del Espíritu Santo. 

Amén, Jesús.

Oraciones para tener fe

fe

La fe es creer en lo que no se puede demostrar, no se puede demostrar que Dios existe, pero los cristianos sienten que está ahí. Aunque a veces surgen dudas, la fe flaquea, en los momentos difíciles hay que rezar para conservar la fe, y para eso puedes rezar estas oraciones.

Oración del Papa Pablo VI por la fe

Señor, yo creo, yo quiero creer en Ti

Señor, haz que mi fe sea pura, sin reservas, y que penetre en mi pensamiento, en mi modo de juzgar las cosas divinas y las cosas humanas.

Señor, haz que mi fe sea libre, es decir, que cuente con la aportación personal de mi opción, que acepte las renuncias y los riesgos que comporta y que exprese el culmen decisivo de mi personalidad: creo en Ti, Señor.

Señor, haz que mi fe sea cierta: cierta por una congruencia exterior de pruebas y por un testimonio interior del Espíritu Santo, cierta por su luz confortadora, por su conclusión pacificadora, por su connaturalidad sosegante.

Señor, haz que mi fe sea fuerte, que no tema las contrariedades de los múltiples problemas que llena nuestra vida crepuscular, que no tema las adversidades de quien la discute, la impugna, la rechaza, la niega, sino que se robustezca en la prueba íntima de tu Verdad, se entrene en el roce de la crítica, se corrobore en la afirmación continua superando las dificultades dialécticas y espirituales entre las cuales se desenvuelve nuestra existencia temporal.

Señor, haz que mi fe sea gozosa y dé paz y alegría a mi espíritu, y lo capacite para la oración con Dios y para la conversación con los hombres, de manera que irradie en el coloquio sagrado y profano la bienaventuranza original de su afortunada posesión.

Señor, haz que mi fe sea activa y dé a la caridad las razones de su expansión moral de modo que sea verdadera amistad contigo y sea tuya en las obras, en los sufrimientos, en la espera de la revelación final, que sea una continua búsqueda, un testimonio continuo, una continua esperanza.

Señor, haz que mi fe sea humilde y no presuma de fundarse sobre la experiencia de mi pensamiento y de mi sentimiento, sino que se rinda al testimonio del Espíritu Santo, y no tenga otra garantía mejor que la docilidad a la autoridad del Magisterio de la Santa Iglesia. Amén.

Oración para pedir fe

Señor, concédenos la Fe.
La fe que arranca la máscara del mundo
y hace ver a Dios en todas las cosas,
la fe que lo hace ver todo bajo otra luz:
que nos muestra la grandeza de Dios
y nos hace descubrir nuestra pequeñez;
que nos descubre a Cristo, allí donde nuestros ojos sólo ven un pobre;
que nos hace ver a nuestro Salvador,
allí donde nuestro gusto sólo paladea un trozo de pan.

Señor, concédenos esta fe,
que nos hace emprender todo lo que Dios quiere sin dudar, sin vergüenza
ni temor, sin retroceder nunca.

La fe por la que no tememos ni los peligros, ni el dolor, ni la muerte;
que sabe caminar por la vida con calma, paz y una profunda alegría,
y que establece en nuestro espíritu un desprendimiento absoluto
hacia todo, fuera de vos. Amén.

Pedir confianza y fe a Dios

Oh amado Señor, me despierto dándote gracias por el don de la vida y del amor. Quiero pedirte que me des hoy la capacidad de creer en ti y de saber escucharte con el alma siempre dispuesta y con el corazón dócil y abierto a tus inspiraciones.

Necesito en todo momento de tu fuerza y de tu poder para poder sentir con humildad cada una de las manifestaciones de amor con la que a diario pones a todo mi alrededor.

Quiero poder decirte con completa confianza y con gran fe desbordante, que por Ti daría mi vida, pero luego me acuerdo de Pedro, que luego de haberte jurado que por Ti lo daría todo, sufrió de una terrible debilidad que hizo que hasta negara conocerte.

No quiero tampoco dejarme llevar ni confiar en las intenciones de mi corazón, sino que seas Tú siempre mi guía y mi bandera, pues no sea que me vea luego yo como Judas, que aún siguiendo tu proyecto de salvación, que realizó también curaciones y expulsó demonios en tu nombre, se dejó llevar por sus malas pasiones y terminó por venderte por unas monedas de plata.

Mi Jesús, muchas veces lloro mis pecados, mis malos deseos me atormentan y angustian mi alma, soy débil, dejo de creer, pero tu Santo Espíritu me anima a levantarme y a seguir adelante.

Eres el amigo que no defrauda. Quiero ser fiel a tu amor, a tu Iglesia. Quiero creer plenamente en la satisfacción que da tu amor que todo lo llena. Sé que seguirte exige una entrega total y sacrificio de muchas cosas, pero aun así me acerco a Ti para que me limpies de mis egoísmos, de mi orgullo y de todo aquello que no me permita donarme por completo.

Te amo, eres el dueño de mi vida, confío en que me bendices en estos momentos, llenas de felicidad mi vida y aumentas mi confianza. Amén.

Oración para tener fe

Señor, ayúdame a ser un cristiano tan consciente,
que me dé cuenta de mis propias limitaciones;
tan valiente, que no me hunda ante las inevitables dificultades de la vida;
y tan humilde que llegue a descubrir que sin Ti
nunca sabré llevar mi cruz de cada día.

Haz, Señor, que cuando me llegue el dolor o la prueba,
no la mire nunca como un castigo que Tú me envías,
sino como una oportunidad que me brindas de poderte demostrar
que mi amor es serio y que soy consecuente con la fe que profeso.

Que el dolor, Señor, me haga cada vez más maduro
como persona y como cristiano;
que me haga más comprensivo con los demás;
que me haga más amable, más tierno, más humano.

Que cuando el dolor llegue a mi puerta,
lejos de hacerme el mártir o de tomar actitudes de víctima propiciatoria,
sepa repartir paz y alegría en medio de los que me rodean. Amén.

Rezar el Rosario a María

Existen muchas oraciones a la Virgen, pero El rosario es la mayor veneración que se le puede rezar a la Virgen María, al rezarlo se recuerdan los momentos más importantes de la vida de María y de su hijo. Rosario significa «corona de rosas», según la tradición cuando se reza un Avemaría le das a la Virgen una rosa y al rezar el rosario completo le das una corona de rosas.

rosario

Cómo se reza el rosario

1.Hacer el signo de la cruz y rezar el símbolo de los apóstoles o el acto de contrición

2. Rezar el Padre nuestro

3. Rezar 3 Avemarías y Gloria.

4. Anunciar el primer misterio del Rosario (por ejemplo: primer misterio, la resurrección del Señor). Rezar el Padre nuestro.

5. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

6. Anunciar el segundo misterio del Rosario. Rezar el Padre nuestro.

7. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

8. Anunciar el tercer misterio del Rosario. Rezar el Padre nuestro.

9. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

10. Anunciar el cuarto misterio del Rosario. Rezar el Padre nuestro.

11. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

12. Anunciar el quinto misterio del Rosario. Rezar el Padre nuestro.

13. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

14. Rezar la Salve.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Misterios del Santo Rosario

MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado)
1. La Encarnación del Hijo de Dios.
2. La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Purificación de la Virgen Santísima.
5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.

MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)
1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo)
1. La Resurrección del Señor.
2. La Ascensión del Señor.
3. La Venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.

MISTERIOS LUMINOSOS (jueves)
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La institución de la Eucaristía.

Oraciones para pedir perdón por los pecados

Todos cometemos errores algunas veces y nos sentimos mal por ello. En esas ocasiones necesitamos contar lo ocurrido y que nos perdonen, si nos arrepentimos de verdad Dios nos perdonará sin duda alguna, pero a veces no sabemos cómo confesarlo, y para eso os traemos estas oraciones para pedir perdón a Dios por nuestros pecados.

Oración pidiendo perdón

Padre,
me declaro culpable, pido clemencia, perdón por mis pecados.
Me acerco a ti con absoluta confianza porque sé que tú prefieres la penitencia a la muerte del pecador (cfr. Ezequiel 33,11)
A ti no te gusta ni la venganza ni el rencor, tu corazón es compasivo y misericordioso, y sé que sólo estás esperando a que tenga la humildad de reconocer mi pecado, arrepentirme y pedir perdón para desbordar la abundancia de tu misericordia.
«Cuando confesamos nuestros pecados, Dios, fiel y justo, nos los perdona» (1 Jn 1,9)
Miro al horizonte: veo tus brazos abiertos y un corazón de Padre queriendo atraerme con lazos de un amor infinito.
Padre, perdóname, quiero recibir el abrazo eterno.
Tu enseñanza es muy clara: para ser perdonados y poder entrar en el Reino de los cielos debemos tener un Corazón como el tuyo.
«Perdonad y se os perdonará» (Lc 6,36)
«El que odia a su hermano es un homicida» (1 Jn 3,15)
«Con la medida que midiereis se os medirá» (Mt 7,2)
«Si no perdonáis, tampoco el Padre os perdonará» (Mc 11,23)
Nos pides que seamos buenos cristianos por la práctica de la caridad evangélica.
Que seamos benévolos con quienes nos han hecho daño, con quienes nos han ofendido, nos han traicionado y nos odian, pues de otro modo no mereceremos que lo seas Tú con nosotros.
El siervo al que se le condenó su deuda, cuando no quiso él hacer lo mismo con otro que le debía, fue encarcelado.
Perdió el perdón que había obtenido al no ser él capaz de perdonar. (Mt 18,23-25)
Padre, envía tu Espíritu de amor y perdona mis pecados, purifícame, sáname, restáurame, renuévame con la Sangre Redentora de tu Hijo;
ayúdame a tener un corazón como el Suyo,
un corazón humilde y generoso capaz de perdonar,
arranca de mí el corazón de piedra y dame un corazón de carne.
Amén.

Yo pecador

Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado san Miguel Arcángel, al bienaventurado san Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los santos, y a vosotros, hermanos, que pequé gravemente con el pensamiento, palabra y obra; por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa. Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado san Miguel Arcángel, al bienaventurado san Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los santos, y a vosotros, hermanos, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor.

Amén.

Oración para pedir perdón

Padre, sé que he quebrantado tus leyes y que mis pecados me han separado de ti. Estoy sinceramente arrepentido y ahora quiero apartarme de mi pasado pecaminoso y dirigirme hacia ti. Por favor, perdóname y ayúdame a no pecar de nuevo. Creo que tu hijo Jesucristo murió por mis pecados, resucitó de la muerte, está vivo y escucha mi oración. Invito a Jesús a que se convierta en el Señor de mi vida, a que gobierne y reine en mi corazón de este día en adelante. Por favor, envía tu Espíritu Santo para que me ayude a obedecerte y a hacer tu voluntad por el resto de mi vida. En el nombre de Jesús nuestro Señor,

amén.

para pedir perdón a Dios por los pecados

Señor, Dios todopoderoso, tú eres el Padre de todos.
Tú has creado a los hombres para que vivan en tu casa y alaben tu gloria.
Abre mi corazón para escuchar tu voz y, pues me he apartado de ti por el pecado,
haz que vuelva a ti de todo corazón y te reconozca como Padre,
lleno de misericordia para todos los que te invocan.
Corrígeme para que me aparte del mal y perdona mis pecados.
Dame la alegría de tu salvación para que, retornando junto a ti,
me alegre en el banquete de tu casa
ahora y siempre y por los siglos de los siglos,

Amén

Oración a Santa Cecilia Patrona de los músicos

Gloriosa Virgen y mártir Santa Cecilia, modelo de esposa fidelísima de Jesús, vedme aquí postrado humildemente ante vuestras plantas. Soy un pobre pecador que vengo a implorar vuestra poderosa intercesión ante Jesús a quién tanto amasteis, suplicándote que me consigas un verdadero arrepentimiento de mis pecados, un propósito eficaz de enmienda y una heroica fortaleza para confesar y defender la fe que he profesado.

Alcánzame la gracia de vivir y morir en esta santa fe, como también las gracias especiales que necesito para vivir santamente en mi estado. Escucha y alcanzame mis súplicas , oh virgen poderosísima, para que merezca gozar un día de la eterna bienaventuranza.
Así sea.

En las actas de Santa Cecilia, se lee que la santa le dijo a su esposo, una vez
casados:
«Tengo un ángel de Dios que guarda mi virginidad: si te acercas a mi con amor impuro, desenvainaría su espada y cortaría en flor tu vida; pero si me amas y respetas mi pureza, se hará tu amigo y nos colmará de bienes». Valeriano le contestó: «Pare creer tus palabras, tendría que ver al ángel y ver demostrado que no es otro hombre el que ocupa tu corazón». Cecilia le replicó: «Para ver al ángel tendrás que creer en un sólo Dios y ser purificado. Vete a la Via Appia; verás allí un grupo de mendigos que me conocen, salúdalos de mi parte, diles que te lleven al buen anciano Urbano, nuestro obispo, y él te hará conocer a Dios. Una vez estés purificado, vuelve a casa y verá s al ángel». Después que Valeriano fuera a ver al obispo Urbano y que éste le bautizara, el esposo volvió a su casa y vio junto a Cecilia al apreciado ángel que les puso a los dos una corona de rosas. Al cabo de unos años, Valeriano y su hermano Tiburcio fueron martirizados por su fe cristiana.
Los cuerpos fueron enterrados en un terreno familiar de Cecilia.

Oraciones católicas

Cuando decides rezar hay oraciones católicas y otras oraciones cristianas pero que pueden corresponder a otros credos. En general al dirigirse a Dios Padre no te preocupes demasiado por las palabras y si por el sentimiento y la devoción. Si temes equivocarte reza las oraciones católicas clásicas:

También son oraciones católicas básicas las siguientes:

Yo Confieso…

Yo confieso ante Dios Todopoderoso,
y ante vosotros hermanos
que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión.

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a vosotros hermanos,
que intercedáis por mí
ante Dios, Nuestro Señor.
Amén.

Salmo de David

El Señor es mi pastor,
nada me falta;
en verdes pastos él me hace reposar
y a donde brota agua fresca me conduce.
Fortalece mi alma,
por el camino del bueno me dirige
por amor de su Nombre.
Aunque pase por oscuras quebradas,
no temo ningún mal,
porque tú estás conmigo,
tu bastón y tu vara me protegen.
Me sirves la mesa
frente a mis adversarios,
con aceite perfumas mi cabeza
y rellenas mi copa.
Me acompaña tu bondad y tu favor mientras
dura mi vida;
mi mansión será
la casa del Señor
por largo, largo tiempo.

Salve Regina

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida y dulzura y esperanza nuestra:
Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

 

El angelus

Voz: El ángel del Señor anunció a María.
Todos: Y ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve María , llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Voz: He aquí la esclava del Señor.
Todos: Hágase en mí según tu palabra. Dios te salve María

… Santa María, Madre de Dios …

Voz: Y el Verbo de Dios se hizo carne.
Todos: Y habitó entre nosotros. Dios te salve María,

… Santa María, Madre de Dios …

Voz: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Todos: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.