A san Alejo se le reza para alejar enemigos y cualquier mal proveniente de otras personas o del demonio, tentaciones, malas lenguas y personas que nos desean mal.
Dice la leyenda que era hijo de un acaudalado senador romano. Nacido en roma pasó su juventud en esta ciudad y desde muy pequeño repartía todo el dinero que conseguía y entre los necesitados.
Pero a los veinte años se dio cuenta de que vivir en una familia rica y en una sociedad mundana era peligroso para el alma, así que se fue de casa sólo con lo puesto a Siria.
Allí vivió 17 años dedicado a la adoración y a la penitencia, mendigando para él y para los otros necesitados. Alejo era tan santo que la gente lo llamaba «el hombre de Dios». Estuvo predicando la virtud de la pobreza y la humildad. Tras esos 17 años alguien contó que el mendigo era hijo de una rica familia, y por temor a que le rindieran honores, Alejo volvió de Siria a Roma.
Al llegar a casa de sus padres a pedir trabajo, estos no vieron que el mendigo era su hijo y lo mandaron a trabajar en lo más humillante y pesado, y así estuvo durante otros 17 años durmiendo debajo de una escalera, y aguantando y trabajando hacía penitencia, y ofrecía sus humillaciones por los pecadores.
Tras ese tiempo enfermó, y moribundo llamó debajo de la escalera a sus padres, y les contó que él era su hijo, que por penitencia había escogido aquél tremendo modo de vivir. Los dos ancianos lo abrazaron llorando y lo ayudaron a morir sin sufrimiento.
Oración a san Alejo para alejar los enemigos
Bienaventurado San Alejo, tú que encontraste favor ante el Señor y desde la gloria repartes bendiciones y protección, no dejes que ningún enemigo ni adversario me cause daño e intranquilidad, con tu poder y valimiento, por tu mérito e intercesión, te pido santo amado, aleja de mí todo lo que me pueda perjudicar.
Bienaventurado san Alejo, primer rey de Alejandría, no me desampares ni de noche ni de día, así mismo te suplico que veles por mi persona y me alejes de enemigos que procedan de mala fe contra mi, líbrame y aléjame del poder del demonio, de los hombres malvados, de animales feroces, de brujerías y hechicerías.
San Alejo, San Alejo, San Alejo, tres veces te he de llamar, todas las veces que se me ofrezca, para que me libres de todo mal.
Tres cruces te ofrezco, que es señal de buen cristiano, para que castigue la mano criminal al villano que quiera hacerme mal.
Así quebrará también la lengua al que mal quiera hablar de mi.
Te ruego piadoso San Alejo, que no abandones los alrededores de mi casa y todo lo que esté a mis pies y sea de mi obligación.
Amén. Jesús.
Oración a san Alejo para evitar traiciones
San Alejo de León, si alguna persona quisiera traicionarme, permita Dios que se le caigan las alas del corazón y venga humilde a mi, como vino Jesús al pie de la Cruz.
Así sea.
Oración a san Alejo para apartar los males
¡Oh gloria de la nobleza romana y verdadero amador de la pobreza e ignominia de Cristo! ¡Oh San Alejo bendito! que en la flor de tu juventud, por obedecer a la inspiración del Señor, dejaste a tu esposa y saliste como otro Abraham de la casa de tus padres, y habiendo repartido lo que llevabas con los pobres, viviste alejado como pobre y mendigo tantos años desconocido y menospreciado entre los hombres. Tú fuiste muy regalado y favorecido de la Virgen María nuestra Reina y señora, y huyendo de las alabanzas de los hombres, volviste por instinto de Dios a la casa de tus padres que por su voluntad habías dejado, para darnos ejemplo de humildad, de paciencia, de sufrimiento y constancia, y para triunfar de tí y del mundo con un género de victoria tan nuevo y tan glorioso.
Pues, ¡oh santo bienaventurado! rico y pobre, noble y humilde, casado y puro, llorado de tus padres, denostado de tus criados, desestimado de los hombres y honrado de los ángeles, abatido en el suelo y sublimado en el cielo, yo te suplico, San Alejo dulcísimo, que por tus merecimientos y oraciones yo alcance del Señor la virtud de la perfecta castidad, de obediencia, de menosprecio de todas las cosas transitorias, y gracia para vivir como hombre peregrino de su patria, y desconocido y muerto al mundo.
Amén.
Oración a san Alejo para alejar el mal
OH! Glorioso San Alejo mío, tú que tienes el poder de alejar todo lo malo que rodea a los los escogidos del Señor, te pido que alejes de mí a mis enemigos. Aléjame de Satanás, aléjame del mentiroso y hechicero, así como también del pecado y por último, aleja al que viniere a mi para hacerme daño. Ponme tan lejos de los malos que jamás me vean. Así sea.
Aleja los malos pensamientos, aleja los insensatos que quieran hacerme mal. Acércame al Señor para que con su divinagracia me cubra de todo lo bueno y me reserve un puesto a la sombra del Espíritu Santo.
Amén, Jesús.