La suerte es algo que no podemos controlar, va y viene en cualquier momento. A veces sentimos que todo nos sale mal, que tenemos mala suerte. La mejor manera de atraer la buena suerte es concienciarnos de que podemos cambiar nuestra fortuna esforzándonos, siendo positivos y no rendirnos nunca. Orar para pedir buena suerte puede ayudar, pero tenemos que poner de nuestra parte.
Oración a san Jorge para tener buena suerte
Glorioso y poderoso San Jorge, noble guerrero amado de Dios,
ayudadme a vencer a en esta lucha.
Recio y valiente defensor de las causas justas,
acude a mi cuando mis enemigos crean haber ganado la batalla.
Legendario defensor y luchador de todo el que necesita ayuda,
y acompañado siempre por las fuerzas del bien,
que el brillo de tu espada sea la luz, que corte las tinieblas de la desesperanza,
de las miserias, de los afligidos, de los desesperados y de los dolientes,
general de mil batallas ahora te invoco, para alcanzar la victoria en:
(Pedir buena suerte)
Gracias por oír mi súplica y por su rápida resolución. Amén
Oración para tener buena suerte
Dios mío, creemos en ti, perdona por dirigirnos así, pero te necesitamos, solo a ti, porque Tú puedes, te amamos sobre todas las cosas con toda nuestra alma, con todo el corazón, con todas nuestras fuerzas, te amamos porque eres infinitamente bueno, y porque te amamos, nos pesa de todo corazón pedirte que nos ayudes a afrontar esta carga que por nuestra mala cabeza nos encontramos en esta situación de desesperación, se que hay otros peor que nosotros, pero por favor ten misericordia de nuestra súplica, haz que este año nos acompañe la suerte, lo pedimos por necesidad, no por gusto, con amor te ofrecemos el sacrificio de rezar todos los días esta oración de amor, gracias Dios, por tu bondad y gran Espíritu Santo. Amén.
Oración a san Hilarión para pedir buena suerte
Oh merecedor de toda alabanza Padre san Hilarión,
que desde tu infancia amaste a Jesús con todo tu ser,
hasta el punto de distribuir su fortuna a los pobres
y vivir retirado en el desierto entregado su suerte solo a Él,
ahora que habitas en los Cielos junto a los Ángeles
solicita el perdón y la gran misericordia,
para aquellos que, con anhelo y sencillez,
recurrimos a ti como bendito intercesor
buscando tu milagroso y generoso auxilio
en nuestras conflictos, dificultades y necesidades.
Oh gloriosos san Hilarión, gran abad y maestro de la vida ascética
que con la pureza de tu humilde y tranquila conducta,
y enriquecido por el poder y la gracia del Señor,
recibiste los dones de las curaciones y los divinos milagros
y confiando en la Cruz y armado con Ella,
favoreciste a tantos aliviando sus deseos del alma
y sanando las enfermedades de sus cuerpos;
tu que llenaste de favores a todos los necesitados
y eres abogado de las cosas difíciles,
suplica con fervor por nuestras adversidades e infortunios,
y consíguenos que gocemos de fortuna, de suerte, de abundancia y bienestar,
en nuestros hogares, trabajos, negocios e inversiones.
Oh milagroso san Hilarión, tu que tantísimas buenas obras hiciste en la tierra
ahora que estas de pie ante el Cristo Soberano de todos
suplícale por nuestras graves dificultades,
por los problemas que nos angustian y abruman,
y ruégale, que por el amor que profesa a la humanidad,
nos conceda lo que con inmensa fe pedimos:
(pedir por lo que deseas buena suerte).
San Hilarión divino hacedor de milagros e inspirado por Dios,
tu que recibiste ayuda de los Cielos en tu entregada vida
no dejes de mediar por nosotros, para que también recibamos ayuda Celestial,
y por la caridad que abrasó tu puro y santo corazón
consigue para nosotros prosperidad, suerte, progreso y bienestar,
consíguenos salud del cuerpo y alma
y guárdanos siempre bajo tu paternal protección.
Pero sobre todo, glorioso san Hilarión, alcánzanos de Dios Nuestro Señor
que vivamos con amor, caridad, rectitud y justicia,
y que consigamos de su infinita misericordia,
la remisión de nuestros pecados y faltas y que, después de esta vida,
podamos alcanzar la eterna felicidad. Así sea.
Gracias por este segmento de oraciones.Realmente el Senor me escucha.