Oraciones para dejar el tabaco

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Dejar de fumar es uno de los retos a los que muchos se enfrentan y que no son pocos los que acaban dejándolo a medio camino por falta de motivación o por momentos de flaqueza.

El tabaco es malo para la salud, un gasto para tu bolsillo cada mes y una molestia para los que están a tu alrededor. Son pocos los motivos para no dejar el tabaco.

Sabemos que el tabaco es un vicio difícil de dejar. Por eso mismo, os dejamos unas oraciones que os ayudarán a dejar de fumar:

Oración para dejar el tabaco

Dios mío, vengo a ti en este momento, para pedirte por mi salud física.

Quiero dejar el vicio del cigarrillo, yo no puedo en mis fuerzas, estoy cansado de querer dejarlo y no puedo, además gasto mi dinero innecesariamente, por eso elevo esta oración, creyendo que tú eres poderoso para oírme y ayudarme a abandonarlo.

Creo en ti, y también en tu Hijo Jesucristo, que has enviado al mundo para darme salud física y muchas cosas mas, de acuerdo a tu palabra.

Ayúdame, quítame el vicio del cigarrillo, que esta destruyendo mi vida, te necesito, obra en mi, en el nombre de Jesucristo de Nazareth te lo pido.

Llena este vacío que siento dentro de mí y que no lo puedo llenar, para que pueda ser libre de verdad y feliz en mi vida.

Señor Jesús, entra a mi corazón, fortaléceme con tu poder, haz un milagro en mi y yo declaro que tu sanarás mi vida, yo no haré nada pues tú lo harás y reconoceré que tuya es la gloria y el poder, en los cielos y en la tierra, yo te doy gracias Señor, te recibo ahora, Amén.

 

Oración a San Benedicto

«San Benedicto, hijo de esclavos que encontraste la verdadera libertad sirviendo a Dios y a tus hermanos, líbrame de toda esclavitud y todo vicio, infúndeme la voluntad necesaria para dejar aquello que me daña y
acércame a la infinita misericordia de nuestro Señor. Asi sea»

 

Oración a Jesús para librarme del vicio de fumar

Señor Jesús, Hijo de Dios, tu tienes palabras de vida, de gracia, de santidad, de sanación y de liberación.

Sean siempre para ti la gloria, el reino y el poder. Toda rodilla ha de postrarse en tierra al solo escuchar mencionar tu nombre: Jesús…Jesús… Jesús….

Así, postrado ante ti, dejando de la do mi arrogancia, mi vanidad, mis complejos, mi prepotencia, mi autosuficiencia, mi desprecio por el prójimo, mis temeridades e indolencias, mis apatías e indiferencias por el dolor ajeno, reconociendo mis temores, debilidades y asumiendo con gran humillación, pero también con una gran alegría tu vida mesiánica y salvífica , te invoco, Señor Jesús, clamo y llamo vuestra presencia, pues la cruel oscuridad con todos sus temores y miedos, cubre toda mi existencia.

El vicio del consumo de cigarrillos, el fumar, gobierna, tristemente mi vida, y el daño físico que me causa, ya raya en la enfermedad, esta situación aunada a que les causo a mis familiares es excesivamente dolorosa.

Esos efectos nocivos del cigarrillo que me infiero son también insoportables y me producen una inevitable y gran culpa, al punto que me paralizo, y veo pasar los días en una secuencia hiriente.

He tocado fondo y mi única esperanza eres tú, Príncipe de la Paz, Rey de Reyes y Señor de Señores, Hijo de Dios, Jesucristo. Por tu misericordia y amor, por tu sangre derramada en la cruz por todas nuestras ofensas, te pido me liberes de esta adicción y de cualquier otra.

Me arrepiento de haber incurrido en ella, de haberte ofendido con mis acciones y te prometo no volver a fumar ni a cometer actos que te ofendan.

Límpiame, sáname, rompe las cadenas que me atan a cualquier vicio o dependencia mal sana, libérame de cualquier actitud, conducta o decisión que te desagrade u ofenda. Gracias Señor Jesús porque tu no desprecias al caído, al que con arrepentimiento y pena acude a ti.

Seguro estoy que mi oración ha sido escuchada, y he sido liberado de mis ataduras, para gloria y honra tuya Amen y amen…