Por la señal de la santa cruz +
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +Amén.
Credo
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurección de la carne y la vida eterna. Amén
Ave María
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén
Padre nuestro
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Oraciones del día 4 de junio
El 4 de enero conmemoramos la festividad de Santa Ángela de Foligno. La joven, natural de la ciudad italiana que porta en su nombre, era una apasionada de la juerga que acabaría por casarse muy joven y tener varios hijos.
Santa Ángela de Foligno, un renacimiento a la fe
Cuando tenía 35 años, en 1283, enviudó y perdió a sus hijos. De este modo, al verse sola, reflexionó sobre la posibilidad de cambiar radicalmente de vida, a lo que se decidiría tras escuchar una predicación y confesar todos sus pecados.
Animada por otras muchachas, se decidió a peregrinar a Asís, donde parece ser que la voz de San Francisco resonó en su interior: “Vende lo que tienes y dalo a los pobres, y dedícate a vivir pensando en la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”.
Tal fue así que apenas escuchaba algo sobre la Pasión entraba en trance celestial, considerándosela desde esos tiempos una de las místicas más importantes del catolicismo. Como a tal y, visto el giro que imprimió a su vida, puede pedírsele intercesión por las personas que no encuentran su camino en la vida, por ejemplo, de la siguiente manera:
Santa Ángela de Foligno, a vos suplico por [el nombre de la persona por quien rogamos que interceda], cuyo camino parece confuso y que semeja haber dado la espalda al faro de la luz del Salvador en este valle de tinieblas. Os ruego que intercedáis ante Nuestro Señor para que lo / la ilumine y le dé entendimiento para andar por la recta senda de la virtud. Amén.
Santa Faraildis, una fe y una coherencia inquebrantables
El 4 de enero también conmemoramos a la belga Santa Faraildis, que se vio obligada a casarse, allá por el siglo VII, con un violento noble. La santa siempre se negó a consumar el casamiento, apoyándose en la oración y en una fe inquebrantables. Parece ser que enviudó virgen.
Por lo que puede deducirse de la Vita Gudilae, Faraildis era hija de Santa Amalberga y hermana de Santa Gúdula -cuya vida cuenta el citado libro-, Santa Reineldis, y San Emeberto, pero este extremo no está confirmado en su propia hagiografía, la Vita Pharaildis.
El culto a Faraildis data del siglo IX, atribuyéndosele numerosos milagros a la que también se venera como patrona de la ciudad belga de Gante. Según la leyenda, Faraildis hizo manar una fuente en Bruay, para que bebieran unos niños enfermos. También se cuenta que una mujer que se había negado a compartir su pan con un mendigo vio como sus panes se volvían piedras. Otro milagro se refiere a que hizo resucitar a un pollo cocinado.
Habida cuenta de la fortaleza de sus convicciones y del modo en que afrontó las presiones a las que la sometía su esposo, podemos rogarle que abogue por nosotros en situaciones difíciles, en las que, estando bajo presión, no sabemos qué hacer. He aquí una forma de hacerlo:
Santa Faraildis, tú que supiste mantenerte firme en tus convicciones y actos, iluminada por la fe en el Señor, intercede ante Él por mí para que ilumine mis pasos por el sendero correcto de la vida en Jesucristo y en su mensaje. Amén.
Oración del pensamiento
Todos queremos estar en los pensamientos de nuestra persona amada. Ser lo único en lo que piense a todas horas y que sólo tenga ojos para nosotros.
Si ya te has fijado en una persona no te servirán las oraciones para buscar novio, sino que necesitarás esta para que no salgas de sus pensamientos.
Para que esa persona que amamos sólo piense en nosotros, podemos usar estas oraciones:
Oración del pensamiento a San Marcos de León
Pensamiento, tú que estás en su cerebro, yo te pido y suplico que los sueños y ensueños solo sean para el creador y para mi, y con los símbolos mágicos de San Marcos de león, él sea atado con cadenas y grilletes para que donde esté, con quien esté, solo piense en mi.
Con dos te veo, con tres te ato, la sangre bebo y el corazón te parto. Con el padre, el hijo y el espíritu santo.
Piénsame, piénsame, piénsame.
Oración para tu amor piense en ti
- Philippe, Jacques (Author)
Por favor ayudadme a que él deje de pensar en mi, por medio de esta oración que yo sea la unica persona en su pensamiento que se duerma pensando y acordándose de mi, que me llame hoy y me pida que este con el para siempre.
Oración a San Juan del Pensamiento (Amarre del amor)
Hermano mío, ven hermano,yo te imploro por medio de esta oración, te pido que no piense él en nadie sino en mí, y en este momento sublime este pensando en mí y mi pensamiento lo torture y lo traiga hasta mí, manso como un corderito. Amén
Oraciones de agradecimiento
Muchas veces tenemos que estar agradecidos por lo que tenemos o por las metas que hemos conseguido.
Ya sea el haber superado una mala época, una enfermedad o una ruptura amorosa; o al contrario, haber conseguido un nuevo trabajo, una nueva pareja, o cualquier otra buena noticia; es adecuado agradecer lo que se tiene y lo que se ha conseguido y pedir perdón cuando se cometen errores.
Aquí os dejamos unas oraciones para dar las gracias:
Gracias, Señor
Gracias, Señor, por la paz, la alegría y por la unión que los hombres, mis hermanos, me han brindado, por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron, por esa mano oportuna que me levantó.
Gracias, Señor, por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron, por esos oídos que me escucharon, por ese corazón de amistad, cariño y amor que me dieron.
Gracias, Señor, por el éxito que me estimuló, por la salud que me sostuvo, por la comodidad y diversión que me descansaron.
Gracias, Señor, … me cuesta trabajo decírtelo, … por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por el insulto y engaño, la injusticia y soledad por el fallecimiento del ser querido. Tú lo sabes, Señor cuán difícil es fue aceptarlo; quizá estuve a punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta de que todo esto me acerco más a Ti. ¡Tú sabes lo que hiciste!
Gracias, Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Tí y en los hombres; por esa fe que se tambaleó, pero que Tú nunca dejaste de fortalecer, cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo, me hizo caminar en el sendero de la verdad, a pesar de la oscuridad.
Gracias, Señor, por el perdón que tantas veces debería haberte pedido, pero que por negligencia y orgullo he callado.
Gracias, Señor, por perdonar mis omisiones, descuidos y olvidos, mi orgullo y vanidad, mi necesidad y caprichos, mi silencio y mi excesiva locuacidad.
Gracias, Señor, por dispensar los prejuicios a mis hermanos, mi falta de alegría y entusiasmo, mi falta de fe y confianza en Ti, mi cobardía y mi temor en mi compromiso.
Gracias, Señor, porque me han perdonado y yo no he sabido perdonar con la misma generosidad.
Gracias, Señor, por indultar mi hipocresía y doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido, pero que sé en el fondo no es más que engaño a mí mismo.
Gracias, Señor, por disculpar esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé y esas manos que no tendí y esa mirada que desvié, esos oídos que no presté, esa verdad que omití y ese corazón que no amé.
Gracias, Señor, por esa protección con que siempre me has preferido y te suplico muy encarecidamente por tu amor, disculpes mi silencio y cobardía.
Gracias, Señor, por todos lo que no te dan gracias, por los que no imploran de tu ayuda y por los que no te piden perdón, no abandones las obras de tus manos, y que llenes mi vida de esperanza y generosidad.
Sr. Hágase tu voluntad y no la mía.
Oración de agradecimiento a Dios
Señor Dios, una vez más damos las gracias por la oportunidad de estar Contigo. Te pedimos que nos Hagas sobrepasar cualquier cosa que hayamos elegido que nos mantendría rezagados o restringidos de Conocerte.
Elévanos de nuestras pretensiones y falsedades que hemos colocado delante de nosotros en la forma de juicios y conocimiento falso. Te pedimos que Te lleves la ilusión para que nos Asistas, a pesar de lo que hayamos hecho.
Nos acercamos a Ti en Gracia, a la puerta del perdón. Restaura nuestra dicha y nuestro valor, para que podamos pasar cada día y lo que nos encuentre, conociendo las bendiciones de cada momento y estando contentos con lo que contemplamos como a la verdad eterna.
Aportamos nuestro entusiasmo para hacer lo mejor que podemos. Confiamos en que siempre Estás con nosotros y que Has preparado el camino.
Nada hay en contra nuestro que vaya a prevalecer por siempre. Cualquier negatividad que encontremos, no ha de prevalecer. Hemos resucitado en el Cristo. El Espíritu Santo es nuestro compañero.
Tu traes la mano del Señor para que nos acaricie, la fortaleza para que nos eleve, la vista para mirar Tu rostro, la Luz que nos permita ver la verdad y la sabiduría para saber que Tu voluntad se ha hecho. Y encontramos paz eterna en Tu amoroso abrazo.
Enséñame, Señor a decir: ¡Gracias!
Enséñame, Señor a decir: ¡Gracias!
gracias en distintos idiomas,
gracias a las distintas personas
pero, sobre todo, Señor,
gracias porque… ¡existes!
Gracias por tu Eucaristía,
gracias por tu Madre,
gracias por todos y cada uno de tus hijos,
mis hermanos,
que día a día colocas junto a mí.
Gracias, en fin, por haberme enseñado
a darte y a dar las gracias.
Junto con todas tus criaturas,
las que te las hayan dado antes que yo
las que no sepan no contesten a tu amor
o las que ni siquiera se hayan enterado.
Deseo desde ahora que mis palabras
sean simple y sencillamente éstas:
¡Gracias! ¡A todos! ¡A Tí, Señor!
Oraciones para dejar el tabaco
Dejar de fumar es uno de los retos a los que muchos se enfrentan y que no son pocos los que acaban dejándolo a medio camino por falta de motivación o por momentos de flaqueza.
El tabaco es malo para la salud, un gasto para tu bolsillo cada mes y una molestia para los que están a tu alrededor. Son pocos los motivos para no dejar el tabaco.
Sabemos que el tabaco es un vicio difícil de dejar. Por eso mismo, os dejamos unas oraciones que os ayudarán a dejar de fumar:
Oración para dejar el tabaco
Dios mío, vengo a ti en este momento, para pedirte por mi salud física.
Quiero dejar el vicio del cigarrillo, yo no puedo en mis fuerzas, estoy cansado de querer dejarlo y no puedo, además gasto mi dinero innecesariamente, por eso elevo esta oración, creyendo que tú eres poderoso para oírme y ayudarme a abandonarlo.
Creo en ti, y también en tu Hijo Jesucristo, que has enviado al mundo para darme salud física y muchas cosas mas, de acuerdo a tu palabra.
Ayúdame, quítame el vicio del cigarrillo, que esta destruyendo mi vida, te necesito, obra en mi, en el nombre de Jesucristo de Nazareth te lo pido.
Llena este vacío que siento dentro de mí y que no lo puedo llenar, para que pueda ser libre de verdad y feliz en mi vida.
Señor Jesús, entra a mi corazón, fortaléceme con tu poder, haz un milagro en mi y yo declaro que tu sanarás mi vida, yo no haré nada pues tú lo harás y reconoceré que tuya es la gloria y el poder, en los cielos y en la tierra, yo te doy gracias Señor, te recibo ahora, Amén.
Oración a San Benedicto
«San Benedicto, hijo de esclavos que encontraste la verdadera libertad sirviendo a Dios y a tus hermanos, líbrame de toda esclavitud y todo vicio, infúndeme la voluntad necesaria para dejar aquello que me daña y
acércame a la infinita misericordia de nuestro Señor. Asi sea»
Oración a Jesús para librarme del vicio de fumar
Señor Jesús, Hijo de Dios, tu tienes palabras de vida, de gracia, de santidad, de sanación y de liberación.
Sean siempre para ti la gloria, el reino y el poder. Toda rodilla ha de postrarse en tierra al solo escuchar mencionar tu nombre: Jesús…Jesús… Jesús….
Así, postrado ante ti, dejando de la do mi arrogancia, mi vanidad, mis complejos, mi prepotencia, mi autosuficiencia, mi desprecio por el prójimo, mis temeridades e indolencias, mis apatías e indiferencias por el dolor ajeno, reconociendo mis temores, debilidades y asumiendo con gran humillación, pero también con una gran alegría tu vida mesiánica y salvífica , te invoco, Señor Jesús, clamo y llamo vuestra presencia, pues la cruel oscuridad con todos sus temores y miedos, cubre toda mi existencia.
El vicio del consumo de cigarrillos, el fumar, gobierna, tristemente mi vida, y el daño físico que me causa, ya raya en la enfermedad, esta situación aunada a que les causo a mis familiares es excesivamente dolorosa.
Esos efectos nocivos del cigarrillo que me infiero son también insoportables y me producen una inevitable y gran culpa, al punto que me paralizo, y veo pasar los días en una secuencia hiriente.
He tocado fondo y mi única esperanza eres tú, Príncipe de la Paz, Rey de Reyes y Señor de Señores, Hijo de Dios, Jesucristo. Por tu misericordia y amor, por tu sangre derramada en la cruz por todas nuestras ofensas, te pido me liberes de esta adicción y de cualquier otra.
Me arrepiento de haber incurrido en ella, de haberte ofendido con mis acciones y te prometo no volver a fumar ni a cometer actos que te ofendan.
Límpiame, sáname, rompe las cadenas que me atan a cualquier vicio o dependencia mal sana, libérame de cualquier actitud, conducta o decisión que te desagrade u ofenda. Gracias Señor Jesús porque tu no desprecias al caído, al que con arrepentimiento y pena acude a ti.
Seguro estoy que mi oración ha sido escuchada, y he sido liberado de mis ataduras, para gloria y honra tuya Amen y amen…
Frases para superar la crisis
En épocas de crisis debemos seguir siendo positivos, con optimismo, sin perder el ánimo y sin caer en la tentación de la negatividad.
Os dejo aquí las frases de personajes importantes que nos dejaron su pensamiento más positivo para poder salir de nuestro negativismo ante la crisis:
En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. (Albert Einstein)
Los chinos utilizan dos pinceladas para escribir la palabra «crisis». Una pincelada significa «peligro», la otra «oportunidad».
En una crisis toma conciencia del peligro, pero reconoce la oportunidad.
(John F. Kennedy)
El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo.
(Antoine de Saint-Exupery)
La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos. (Henry Ford)
Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles. (Bertolt Brecht)
Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo. (James Allen)
Los problemas son oportunidades para demostrar lo que se sabe. (Duke Ellington)
Sólo una crisis – real o percibida – da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. (Milton Friedman)
Dicen que el tiempo lo cambia todo, pero en realidad eres tú quien debe cambiar las cosas. (Andy Warhol)
Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así. Aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de ti. (Joan Manuel Serrat)
En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte.
(Honoré de Balzac)
Toda crisis contiene una gran oportunidad de cambio. Sólo los que saben localizar en lo positivo aprovechan la circunstancia. (Wally)
Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
(Albert Einstein)
Las crisis pulen tu vida. En ellas descubres lo que realmente eres. (Allan K. Chalmers)
Esta crisis es una oportunidad extraordinaria para arreglar todo lo que hemos hecho mal y para un nuevo proceso que lleve a la creación de un nuevo sistema económico internacional.(L.I. Lula da Silva)
Oraciones para la comunión
Es en el dia de la comunión cuando nuestros hijos dan un gran paso, para ello debemos prepararlos adecuadamente y debes saber las siguientes oraciones:
Antes de la comunión
Dios mío, ayúdame a hacer una buena Comunión; María, Madre mía, Santo Angel de mi Guarda, preparen mi corazón para recibir a Dios.
Yo CREO firmemente, Jesús mío, porque Tú lo has dicho, que estás realmente presente en la Hostia Consagrada y que, al comulgar, voy a recibir tu Cuerpo, tu Sangre. tu Alma y tu Divinidad.
¡Cómo es posible, Señor, que Tú, el Rey de los Cielos y tierra, quieras venir a esta POBRE CRIATURA, más despreciable aún por haber pecado!
Pero Yo ME ARREPIENTO, Jesús mío, de todo corazón de mis pecados, porque te han ofendido a ti, que eres tan bueno y digno de ser amado; y propongo firmemente con tu divina ayuda, no volverlos a cometer y amarte cada día más y recibirte cada vez con más devoción y más frecuentemente; pues sé bien, Dios mío, que sólo en la Comunión encontraré la ayuda que necesito para ser bueno y aumentar en santidad como Tú lo quieres.
Ahora, Jesús mío, ven a mi corazón que ardientemente DESEA recibirte, unirse íntimamente contigo y ya nunca más separarse de Ti.
A la hora de la comunión
Al abrir el Sacerdote el Sagrario.
REZAR: El yo Pecador.
Al levantar el Sacerdote la Forma.
«Señor mío y Dios mio».
Señor, yo no soy digno de que vengas a mi, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma.
Antes que llegue la Comunión.
(Si hay tiempo para ello, puede repetirse el «Señor mío Jesucristo» y la oración para antes de la Comunión).
En el momento de comulgar.
«El Cuerpo de N.; S. J. guarde mi alma para la vida eterna».
Acabando de comulgar.
(Profundo acto de adoración en el que desde lo íntimo del corazón se adora a Dios).
Después de la comunión
«Yo te ADORO, Señor mío Jesucristo, presente en mi corazón y en mi alma; en este momento soy como un relicario viviente tuyo y así quiero conservarme siempre.
Te AMO sobre todas las cosas; si algún día he de ofenderte y apartarme de Ti, prefiero que en este mismo momento me mandes la muerte.
Te doy GRACIAS con todo mi corazón porque te hayas dignado venir hoy a mí sin que yo lo merezca.
Sé que Tú has venido a mi corazón para darme fuerzas para no caer en pecado, para ser bueno, para volverme Santo si yo así lo quiero; sí lo quiero, Señor, sí lo quiero; hazme Santo, hazme Santo; y como para ello necesito comulgar frecuentemente y bien, te PIDO, Señor, que me des hambre de este Pan, que yo te PROMETO recibir frecuentemente y cada día con más devoción.