Oraciones del día 4 de junio

El 4 de enero conmemoramos la festividad de Santa Ángela de Foligno. La joven, natural de la ciudad italiana que porta en su nombre, era una apasionada de la juerga que acabaría por casarse muy joven y tener varios hijos.

Santa Ángela de Foligno, un renacimiento a la fe

Cuando tenía 35 años, en 1283, enviudó y perdió a sus hijos. De este modo, al verse sola, reflexionó sobre la posibilidad de cambiar radicalmente de vida, a lo que se decidiría tras escuchar una predicación y confesar todos sus pecados.

Animada por otras muchachas, se decidió a peregrinar a Asís, donde parece ser que la voz de San Francisco resonó en su interior: “Vende lo que tienes y dalo a los pobres, y dedícate a vivir pensando en la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”.

Tal fue así que apenas escuchaba algo sobre la Pasión entraba en trance celestial, considerándosela desde esos tiempos una de las místicas más importantes del catolicismo. Como a tal y, visto el giro que imprimió a su vida, puede pedírsele intercesión por las personas que no encuentran su camino en la vida, por ejemplo, de la siguiente manera:

Santa Ángela de Foligno, a vos suplico por [el nombre de la persona por quien rogamos que interceda], cuyo camino parece confuso y que semeja haber dado la espalda al faro de la luz del Salvador en este valle de tinieblas. Os ruego que intercedáis ante Nuestro Señor para que lo / la ilumine y le dé entendimiento para andar por la recta senda de la virtud. Amén.

Santa Faraildis, una fe y una coherencia inquebrantables

El 4 de enero también conmemoramos a la belga Santa Faraildis, que se vio obligada a casarse, allá por el siglo VII, con un violento noble. La santa siempre se negó a consumar el casamiento, apoyándose en la oración y en una fe inquebrantables. Parece ser que enviudó virgen.

Por lo que puede deducirse de la Vita Gudilae, Faraildis era hija de Santa Amalberga y hermana de Santa Gúdula -cuya vida cuenta el citado libro-, Santa Reineldis, y San Emeberto, pero este extremo no está confirmado en su propia hagiografía, la Vita Pharaildis.

El culto a Faraildis data del siglo IX, atribuyéndosele numerosos milagros a la que también se venera como patrona de la ciudad belga de Gante. Según la leyenda, Faraildis hizo manar una fuente en Bruay, para que bebieran unos niños enfermos. También se cuenta que una mujer que se había negado a compartir su pan con un mendigo vio como sus panes se volvían piedras. Otro milagro se refiere a que hizo resucitar a un pollo cocinado.

Habida cuenta de la fortaleza de sus convicciones y del modo en que afrontó las presiones a las que la sometía su esposo, podemos rogarle que abogue por nosotros en situaciones difíciles, en las que, estando bajo presión, no sabemos qué hacer. He aquí una forma de hacerlo:

Santa Faraildis, tú que supiste mantenerte firme en tus convicciones y actos, iluminada por la fe en el Señor, intercede ante Él por mí para que ilumine mis pasos por el sendero correcto de la vida en Jesucristo y en su mensaje. Amén.

Oración del pensamiento

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Todos queremos estar en los pensamientos de nuestra persona amada. Ser lo único en lo que piense a todas horas y que sólo tenga ojos para nosotros.

Si ya te has fijado en una persona no te servirán las oraciones para buscar novio, sino que necesitarás esta para que no salgas de sus pensamientos.

Para que esa persona que amamos sólo piense en nosotros, podemos usar estas oraciones:

 

Oración del pensamiento a San Marcos de León

Pensamiento, tú que estás en su cerebro, yo te pido y suplico que los sueños y ensueños solo sean para el creador y para mi, y con los símbolos mágicos de San Marcos de león, él sea atado con cadenas y grilletes para que donde esté, con quien esté, solo piense en mi.

Con dos te veo, con tres te ato, la sangre bebo y el corazón te parto. Con el padre, el hijo y el espíritu santo.

Piénsame, piénsame, piénsame.

 

Oración para tu amor piense en ti

Por favor ayudadme a que él deje de pensar en mi, por medio de esta oración que yo sea la unica persona en su pensamiento que se duerma pensando y acordándose de mi, que me llame hoy y me pida que este con el para siempre.

 

Oración a San Juan del Pensamiento (Amarre del amor)

Hermano mío, ven hermano,yo te imploro por medio de esta oración, te pido que no piense él en nadie sino en mí, y en este momento sublime este pensando en mí y mi pensamiento lo torture y lo traiga hasta mí, manso como un corderito. Amén

Oraciones de agradecimiento

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Muchas veces tenemos que estar agradecidos por lo que tenemos o por las metas que hemos conseguido.

Ya sea el haber superado una mala época, una enfermedad o una ruptura amorosa; o al contrario, haber conseguido un nuevo trabajo, una nueva pareja, o cualquier otra buena noticia; es adecuado agradecer lo que se tiene y lo que se ha conseguido y pedir perdón cuando se cometen errores.

Aquí os dejamos unas oraciones para dar las gracias:

Gracias, Señor

Gracias, Señor, por la paz, la alegría y por la unión que los hombres, mis hermanos, me han brindado, por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron, por esa mano oportuna que me levantó.

Gracias, Señor, por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron, por esos oídos que me escucharon, por ese corazón de amistad, cariño y amor que me dieron.

Gracias, Señor, por el éxito que me estimuló, por la salud que me sostuvo, por la comodidad y diversión que me descansaron.

Gracias, Señor, … me cuesta trabajo decírtelo, … por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por el insulto y engaño, la injusticia y soledad por el fallecimiento del ser querido. Tú lo sabes, Señor cuán difícil es fue aceptarlo; quizá estuve a punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta de que todo esto me acerco más a Ti. ¡Tú sabes lo que hiciste!

Gracias, Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Tí y en los hombres; por esa fe que se tambaleó, pero que Tú nunca dejaste de fortalecer, cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo, me hizo caminar en el sendero de la verdad, a pesar de la oscuridad.

Gracias, Señor, por el perdón que tantas veces debería haberte pedido, pero que por negligencia y orgullo he callado.

Gracias, Señor, por perdonar mis omisiones, descuidos y olvidos, mi orgullo y vanidad, mi necesidad y caprichos, mi silencio y mi excesiva locuacidad.

Gracias, Señor, por dispensar los prejuicios a mis hermanos, mi falta de alegría y entusiasmo, mi falta de fe y confianza en Ti, mi cobardía y mi temor en mi compromiso.

Gracias, Señor, porque me han perdonado y yo no he sabido perdonar con la misma generosidad.

Gracias, Señor, por indultar mi hipocresía y doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido, pero que sé en el fondo no es más que engaño a mí mismo.

Gracias, Señor, por disculpar esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé y esas manos que no tendí y esa mirada que desvié, esos oídos que no presté, esa verdad que omití y ese corazón que no amé.

Gracias, Señor, por esa protección con que siempre me has preferido y te suplico muy encarecidamente por tu amor, disculpes mi silencio y cobardía.

Gracias, Señor, por todos lo que no te dan gracias, por los que no imploran de tu ayuda y por los que no te piden perdón, no abandones las obras de tus manos, y que llenes mi vida de esperanza y generosidad.

Sr. Hágase tu voluntad y no la mía.

Oración de agradecimiento a Dios

Señor Dios, una vez más damos las gracias por la oportunidad de estar Contigo. Te pedimos que nos Hagas sobrepasar cualquier cosa que hayamos elegido que nos mantendría rezagados o restringidos de Conocerte.

Elévanos de nuestras pretensiones y falsedades que hemos colocado delante de nosotros en la forma de juicios y conocimiento falso. Te pedimos que Te lleves la ilusión para que nos Asistas, a pesar de lo que hayamos hecho.

Nos acercamos a Ti en Gracia, a la puerta del perdón. Restaura nuestra dicha y nuestro valor, para que podamos pasar cada día y lo que nos encuentre, conociendo las bendiciones de cada momento y estando contentos con lo que contemplamos como a la verdad eterna.

Aportamos nuestro entusiasmo para hacer lo mejor que podemos. Confiamos en que siempre Estás con nosotros y que Has preparado el camino.

Nada hay en contra nuestro que vaya a prevalecer por siempre. Cualquier negatividad que encontremos, no ha de prevalecer. Hemos resucitado en el Cristo. El Espíritu Santo es nuestro compañero.

Tu traes la mano del Señor para que nos acaricie, la fortaleza para que nos eleve, la vista para mirar Tu rostro, la Luz que nos permita ver la verdad y la sabiduría para saber que Tu voluntad se ha hecho. Y encontramos paz eterna en Tu amoroso abrazo.

 

Enséñame, Señor a decir: ¡Gracias!

Enséñame, Señor a decir: ¡Gracias!
gracias en distintos idiomas,
gracias a las distintas personas
pero, sobre todo, Señor,
gracias porque… ¡existes!

Gracias por tu Eucaristía,
gracias por tu Madre,
gracias por todos y cada uno de tus hijos,
mis hermanos,
que día a día colocas junto a mí.

Gracias, en fin, por haberme enseñado
a darte y a dar las gracias.
Junto con todas tus criaturas,
las que te las hayan dado antes que yo
las que no sepan no contesten a tu amor
o las que ni siquiera se hayan enterado.

Deseo desde ahora que mis palabras
sean simple y sencillamente éstas:
¡Gracias! ¡A todos! ¡A Tí, Señor!

Oraciones para dejar el tabaco

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Dejar de fumar es uno de los retos a los que muchos se enfrentan y que no son pocos los que acaban dejándolo a medio camino por falta de motivación o por momentos de flaqueza.

El tabaco es malo para la salud, un gasto para tu bolsillo cada mes y una molestia para los que están a tu alrededor. Son pocos los motivos para no dejar el tabaco.

Sabemos que el tabaco es un vicio difícil de dejar. Por eso mismo, os dejamos unas oraciones que os ayudarán a dejar de fumar:

Oración para dejar el tabaco

Dios mío, vengo a ti en este momento, para pedirte por mi salud física.

Quiero dejar el vicio del cigarrillo, yo no puedo en mis fuerzas, estoy cansado de querer dejarlo y no puedo, además gasto mi dinero innecesariamente, por eso elevo esta oración, creyendo que tú eres poderoso para oírme y ayudarme a abandonarlo.

Creo en ti, y también en tu Hijo Jesucristo, que has enviado al mundo para darme salud física y muchas cosas mas, de acuerdo a tu palabra.

Ayúdame, quítame el vicio del cigarrillo, que esta destruyendo mi vida, te necesito, obra en mi, en el nombre de Jesucristo de Nazareth te lo pido.

Llena este vacío que siento dentro de mí y que no lo puedo llenar, para que pueda ser libre de verdad y feliz en mi vida.

Señor Jesús, entra a mi corazón, fortaléceme con tu poder, haz un milagro en mi y yo declaro que tu sanarás mi vida, yo no haré nada pues tú lo harás y reconoceré que tuya es la gloria y el poder, en los cielos y en la tierra, yo te doy gracias Señor, te recibo ahora, Amén.

 

Oración a San Benedicto

«San Benedicto, hijo de esclavos que encontraste la verdadera libertad sirviendo a Dios y a tus hermanos, líbrame de toda esclavitud y todo vicio, infúndeme la voluntad necesaria para dejar aquello que me daña y
acércame a la infinita misericordia de nuestro Señor. Asi sea»

 

Oración a Jesús para librarme del vicio de fumar

Señor Jesús, Hijo de Dios, tu tienes palabras de vida, de gracia, de santidad, de sanación y de liberación.

Sean siempre para ti la gloria, el reino y el poder. Toda rodilla ha de postrarse en tierra al solo escuchar mencionar tu nombre: Jesús…Jesús… Jesús….

Así, postrado ante ti, dejando de la do mi arrogancia, mi vanidad, mis complejos, mi prepotencia, mi autosuficiencia, mi desprecio por el prójimo, mis temeridades e indolencias, mis apatías e indiferencias por el dolor ajeno, reconociendo mis temores, debilidades y asumiendo con gran humillación, pero también con una gran alegría tu vida mesiánica y salvífica , te invoco, Señor Jesús, clamo y llamo vuestra presencia, pues la cruel oscuridad con todos sus temores y miedos, cubre toda mi existencia.

El vicio del consumo de cigarrillos, el fumar, gobierna, tristemente mi vida, y el daño físico que me causa, ya raya en la enfermedad, esta situación aunada a que les causo a mis familiares es excesivamente dolorosa.

Esos efectos nocivos del cigarrillo que me infiero son también insoportables y me producen una inevitable y gran culpa, al punto que me paralizo, y veo pasar los días en una secuencia hiriente.

He tocado fondo y mi única esperanza eres tú, Príncipe de la Paz, Rey de Reyes y Señor de Señores, Hijo de Dios, Jesucristo. Por tu misericordia y amor, por tu sangre derramada en la cruz por todas nuestras ofensas, te pido me liberes de esta adicción y de cualquier otra.

Me arrepiento de haber incurrido en ella, de haberte ofendido con mis acciones y te prometo no volver a fumar ni a cometer actos que te ofendan.

Límpiame, sáname, rompe las cadenas que me atan a cualquier vicio o dependencia mal sana, libérame de cualquier actitud, conducta o decisión que te desagrade u ofenda. Gracias Señor Jesús porque tu no desprecias al caído, al que con arrepentimiento y pena acude a ti.

Seguro estoy que mi oración ha sido escuchada, y he sido liberado de mis ataduras, para gloria y honra tuya Amen y amen…

Frases para superar la crisis

En épocas de crisis debemos seguir siendo positivos, con optimismo, sin perder el ánimo y sin caer en la tentación de la negatividad.

Os dejo aquí las frases de personajes importantes que nos dejaron su pensamiento más positivo para poder salir de nuestro negativismo ante la crisis:

 

En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. (Albert Einstein)

Los chinos utilizan dos pinceladas para escribir la palabra «crisis». Una pincelada significa «peligro», la otra «oportunidad».

En una crisis toma conciencia del peligro, pero reconoce la oportunidad.
(John F. Kennedy)

El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo.
(Antoine de Saint-Exupery)

La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos. (Henry Ford)

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles. (Bertolt Brecht)

Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo. (James Allen)

Los problemas son oportunidades para demostrar lo que se sabe. (Duke Ellington)
Sólo una crisis – real o percibida – da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. (Milton Friedman)

Dicen que el tiempo lo cambia todo, pero en realidad eres tú quien debe cambiar las cosas. (Andy Warhol)

Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así. Aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de ti. (Joan Manuel Serrat)
En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte.
(Honoré de Balzac)

Toda crisis contiene una gran oportunidad de cambio. Sólo los que saben localizar en lo positivo aprovechan la circunstancia. (Wally)

Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
(Albert Einstein)

Las crisis pulen tu vida. En ellas descubres lo que realmente eres. (Allan K. Chalmers)

Esta crisis es una oportunidad extraordinaria para arreglar todo lo que hemos hecho mal y para un nuevo proceso que lleve a la creación de un nuevo sistema económico internacional.(L.I. Lula da Silva)

 

Oraciones para la comunión

Es en el dia de la comunión cuando nuestros hijos dan un gran paso, para ello debemos prepararlos adecuadamente y debes saber las siguientes oraciones:

Antes de la comunión

Dios mío, ayúdame a hacer una buena Comunión; María, Madre mía, Santo Angel de mi Guarda, preparen mi corazón para recibir a Dios.

Yo CREO firmemente, Jesús mío, porque Tú lo has dicho, que estás realmente presente en la Hostia Consagrada y que, al comulgar, voy a recibir tu Cuerpo, tu Sangre. tu Alma y tu Divinidad.

¡Cómo es posible, Señor, que Tú, el Rey de los Cielos y tierra, quieras venir a esta POBRE CRIATURA, más despreciable aún por haber pecado!

Pero Yo ME ARREPIENTO, Jesús mío, de todo corazón de mis pecados, porque te han ofendido a ti, que eres tan bueno y digno de ser amado; y propongo firmemente con tu divina ayuda, no volverlos a cometer y amarte cada día más y recibirte cada vez con más devoción y más frecuentemente; pues sé bien, Dios mío, que sólo en la Comunión encontraré la ayuda que necesito para ser bueno y aumentar en santidad como Tú lo quieres.

Ahora, Jesús mío, ven a mi corazón que ardientemente DESEA recibirte, unirse íntimamente contigo y ya nunca más separarse de Ti.

A la hora de la comunión

Al abrir el Sacerdote el Sagrario.

REZAR: El yo Pecador.

Al levantar el Sacerdote la Forma.

«Señor mío y Dios mio».

Señor, yo no soy digno de que vengas a mi, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma.

Antes que llegue la Comunión.

(Si hay tiempo para ello, puede repetirse el «Señor mío Jesucristo» y la oración para antes de la Comunión).

 

En el momento de comulgar.

 

«El Cuerpo de N.; S. J. guarde mi alma para la vida eterna».

Acabando de comulgar.

(Profundo acto de adoración en el que desde lo íntimo del corazón se adora a Dios).

 

Después de la comunión

«Yo te ADORO, Señor mío Jesucristo, presente en mi corazón y en mi alma; en este momento soy como un relicario viviente tuyo y así quiero conservarme siempre.

Te AMO sobre todas las cosas; si algún día he de ofenderte y apartarme de Ti, prefiero que en este mismo momento me mandes la muerte.

Te doy GRACIAS con todo mi corazón porque te hayas dignado venir hoy a mí sin que yo lo merezca.

Sé que Tú has venido a mi corazón para darme fuerzas para no caer en pecado, para ser bueno, para volverme Santo si yo así lo quiero; sí lo quiero, Señor, sí lo quiero; hazme Santo, hazme Santo; y como para ello necesito comulgar frecuentemente y bien, te PIDO, Señor, que me des hambre de este Pan, que yo te PROMETO recibir frecuentemente y cada día con más devoción.

Oraciones para el bautizo

El bautizo de nuestro hijo es sin duda alguna uno de los momentos mas importantes en la vida de un cristiano, os dejo para este dia estas frases u oraciones que debéis leer dentro de vosotros mismos:

“Señor, te damos gracias porque podemos decirte: este es nuestro hijo, fruto a la vez de tu vida y nuestra vida, de tu amor creador y nuestro amor de padres. Nos llenaste de alegría cuando supimos que llegaba, le hemos querido antes de conocerlo y lo hemos vivido desde que le sentimos vivo. Dale ahora, Señor, vida abundante: que crezca sano, que su cuerpo se desarrolle con el vigor de la buena naturaleza; y que, desde la gratuidad de lo que le das, sepa estimar y proteger siempre a los más débiles. Amén”

“En este día especial, la luz de Dios se encenderá en tu corazón…para iluminar todo el camino de tu vida”

“Señor, Padre nuestro: Tu nos has dado amor para tener este hijo; guárdanos en el amor. Que la vida de familia sea para él la costumbre del cariño. Ayúdanos a hacer de la casa un sitio de tu reino donde el hijo vaya encontrando lo que nos diste con Jesús: que aprenda a llamarte Padre desde nuestra imagen de padres, que se abra a la fraternidad cristiana desde el amor de sus hermanos y que pueda entender el mundo como lugar de la convivencia humana desde el acogimiento y la paz de nuestra casa. Amén”

“Dale ahora, Señor, vida abundante: que crezca sano, que su cuerpo se desarrolle con la fuerza que le aporte la naturaleza; y que desde la gratuidad de lo que le das, sepa estimar y proteger siempre a los mas débiles, sepa estimar y proteger siempre a los mas débiles”

“El día de tu bautizo es el mas importante de tu vida, porque te haces hijo de Dios. Le pido a Él, que te proteja siempre y que te lleve en la palma de su mano”

“Tu que dejaste a los pequeños que se acercaran a ti cuando estabas en la tierra y los bendecías. Bendice también a nuestro hijo”

“Señor, te daremos gracias, gracias por sus ojos y sus manos, gracias por sus pies y por su piel, gracias por su cuerpo y alma. En tus manos de ternura la (lo) depositamos para que la (lo) cuides y la (lo) mimes y la (lo) llenes de dulzura. Padre Santo”

“Señor gracias te doy por hacernos partícipes de una nueva vida, protege y cuida su cuerpo y alma par que llegue sano a la luz del mundo y a la nueva vida del bautismo”

Oraciones para jovenes

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro…
y a veces lloro sin querer… Rubén Dario

La Juventud es una época de cambio e inseguridades, estas oraciones pueden ayudarte a superarla. Mantén tu fe en Dios Padre y no te defraudará.

Existen unas oraciones que todo joven debe conocer y leer… os las digo a continuación:

AMOR

1. Tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino tenga vida eterna (Jn 3,16).

2. Dios es amor (1Jn 4,8).

3. A Dios nadie lo ha visto jamás; pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros (1Jn 4,12).

4. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y más grande mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos (Mt 22,37-40).

SALVACIÓN EN CRISTO JESÚS

5. Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros (1Jn 1,8).

6. Ante el nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en el abismo. Y que toda lengua proclame que Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre (Filip 2,11).

7. Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará (Mc 8,35).

8. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida? (Mc 8,36).

9. Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame (Mc 8,34).

10. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn 6,54).

11. Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo (Mt 28,20).

MARÍA

12. Dijo María: «Yo soy la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» (Lc 1,38).

13. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo a quien más amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo se la llevó a su casa (Jn 19,25-27).

PALABRA DE DIOS

14. Tu Palabra es lámpara para mis pasos y luz en mi sendero (Sal 119,105).

15. Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina (2Tim 4,2).

16. Cuando me llegaban palabras tuyas, yo las devoraba. Ellas eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón (Jer 15,16).

17. Me has seducido, Señor, y me dejé seducir por ti (Jer 20,7).

MISIÓN

18. La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al Dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha (Lc 10,2).

19. Vayan por todo el mundo y prediquen mi Evangelio a toda creatura (Mc 16,15).

20. ¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio! (1Cor 9,16).

Oración del adolescente

¡Señor! Te llamo desde mi soledad…
para los mayores a veces soy «una cosa cualquiera»
para mi mismo, «un enigma», ¡Que edad la mía! río locamente y lloro al instante.

Me acobardo y ambiciono, amo y odio,
no comprendo la vida, ni me comprendo a mi mismo.
Y los mayores tampoco comprenden mi situación,
a ti, que fuiste adolescente, ofrezco mis alegrías,
mis ilusiones.

Mis dudas, mi dolor, mis primeros fracasos.
dame tu luz, tu gracia y tu amor
los necesito.¡ Tu luz!
para ver claro mi camino, mi futuro, mis posibilidades,
mi limitación.

Amén.

 

Salmo 69 (68)

Oh Dios, sálvame,
me estoy hundiendo en profundos barrizales,
no hay donde apoyar mi pie.

Me he cansado de gritar, mi garganta está ronca.
Mis ojos están cansados de tanto esperar a mis Dios.

Dios mío, tú conoces mi extravío,
y no te están escondidos mis pecados.

Señor, hacia ti sube mi oración: sea ese día de tu favor.
Según tu inmensa bondad, respóndeme, oh Dios,
siempre fiel para socorrer.

Celebraré con cantos el Nombre de Dios,
y lo alabaré en acción de gracias. Amén

 

Oraciones por los difuntos

Cuando se nos muere un familiar cercano o alguien muy querido, debemos para aliviarnos y por ellos mismos leer estas oraciones:

Oración por los fallecidos

Dios de misericordia y de amor,
ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos.
En esta vida Tú les demostraste tu gran amor;
y ahora que ya están libres de toda preocupación,
concédeles la felicidad y la paz eterna.
Su vida terrena ha terminado ya;
recíbelos ahora en el paraíso,
en donde ya no habrá dolores, ni lágrimas ni penas,
sino únicamente paz y alegría con Jesús, tu Hijo,
y con el Espíritu Santo para Siempre.

Amén

“Si para recobrar lo recobrado,
debí perder primero lo perdido.
Si para conseguir lo conseguido,
tuve que soportar lo soportado.
Si para estar ahora enamorado,
fue menester haber estado herido.
Tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprobado,
que no se goza bien de lo gozado,
sino después de haber padecido.
Porque después de todo he comprendido,
que lo que el árbol tiene de florido,
viene de lo que tiene sepultado”.

Santa Teresita

Oración por los difuntos

Señor, te encomendamos el alma de tu siervo(a) … (mencione su nombre) y te suplicamos, Cristo Jesús, Salvador del mundo, que no le niegues la entrada en el regazo de tus patriarcas, ya que por ella bajaste misericordiosamente del cielo a la tierra.

Reconócela, Señor, como criatura tuya y de nuestros difuntos; no creada por dioses extraños, sino por ti, único Dios vivo y verdadero, porque no hay otro Dios fuera de Ti ni nadie que produzca tus obras.

Llena, Señor, de alegría su alma en tu presencia y no te acuerdes de sus pecados pasados ni de los excesos a que la llevó el ímpetu o ardor de la concupiscencia.

Porque, aunque haya pecado, jamás negó al Padre, ni al Hijo, ni al Espíritu Santo; antes bien, creyó, fue celoso de la honra de Dios y adoró fielmente al Dios que lo hizo todo.

Una última oración por tí

Muerte, té has llevado a mí familiar querido.
Me has separado de su rostro amado.
Has venido de improviso, nadie te ha llamado.
¡Oh! Sueño profundo, sueño de tono gris sombrío.
+++
Se ha roto el silencio con tu presencia inoportuna.
Pero ha dejado de sufrir, su larga agonía.
Llegó el tiempo, de abrirse a la esperanza.
Llegó el tiempo de blanquear el alma.
+++
Llegó la hora del juicio a solas, con Él qué, te creo.
Más ha creído, he creído, todo llega a su sitio certero.
No temas su muerte, ni tu muerte, todo es verdadero.
Ha llegado el momento, de Cribar lo efímero.
+++
Seguro qué, amó a su hermano, al vecino y al amigo.
Un poco, o mucho, al enemigo; sino reza conmigo.
¡Todo!, era, ¡todo! Amor, por Ti, mi Señor: ¡Dios Mío!
Te suplico por el ¡alma! del familiar que ha partido.
+++
No le tengas encuenta, lo que te ha ofendido.
Perdónale sus pecados, Jesús ¡Sufriente!…
Llévalo a la casa Del Padre, como un hijo pródigo.
Y que Él se apiade, por,
¡Tu Preciosa Sangre!

Oración para la salud de un hijo

Cuando tenemos un hijo enfermo, debemos rezar por él sobretodo cuando parece que nada, ni médicos ni medicinas pueden hacer nada por él. Leer esta oración todos los días para su curación o mejoría.

Oración para la salud de un hijo enfermo

Amado Señor, tú conoces el corazón de tus hijos, y no te quedas indiferente ante el pobre que te suplica. Tú sabes lo que nos aflige el bienestar de nuestros niños, tu comprender la preocupación de los papás ante la enfermedad de alguno de sus hijos. Vengo hoy, como el funcionario real del Evangelio, a pedirte que desciendas y sanes a nuestro niño/a (nombre con fe al niño/a enfermo por quien se está orando de manera especial y el mal que lo aqueja).

Aún desde la preocupación que nos causa su enfermedad, desde el dolor y el desconcierto, si esta enfermedad está dentro de lo que tu permites, aceptamos este momento como ocasión de purificación, de abandono en tus manos, de ofrecimiento generoso de nuestras vidas. Aceptamos este momento como una ocasión para unirnos desde el sufrimiento a los dolores de Cristo por la salvación del mundo (Colosenses 1, 24) (Tómese unos minutos y, en calma, que su corazón se una a lo que acaba de decir con sus labios: «con este sufrimiento, me uno, Señor, a tu pasión…»)

Ahora, Señor, a ti que quieres que tengamos vida en abundancia, te pido que por el poder del misterio de tu infancia y tu vida oculta en el hogar de Nazaret, sanes al niño/a a quien tú conoces y amas. Cuida de su cuerpito y de su alma. Pasa tu mano sanadora sobre él para que sienta tu alivio, tus cuidados y se restablezca prontamente, según tu voluntad.

Tú, que recibiste los amorosos cuidados de María y José, consuela y reanima a su papá y a su mamá, no dejes que caigan en la desesperación, en la duda, en la depresión, sino que desde su dolor y preocupación recurran a ti como fuente de verdadera, plena, y duradera sanación del cuerpo y del alma.
Te presentamos el lugar donde se encuentra el niño, reviste ese sitio con tu fuerza y gracia. Aleja de allí todo lo que, material o espiritualmente, puedan ser un obstáculo para la pronta recuperación.
Te presentamos los profesionales médicos que atienden al niño, revístelos con tu sabiduría, ilumínalos para que logren dar con acierto en el diagnóstico y encuentren la medicación y tratamiento indicado. Tómalos como instrumentos de tu sanación.

María, madre de Jesús y madre nuestra, que con esmero y constancia, cuidabas de tu niño, mira el corazón de la madre e infúndele confianza, para que también ella, como tu, pueda ver crecer a su hijo en estatura, sabiduría y gracia, delante de Dios y de los hombres.

Querido San José, tú que fuiste el protector de la Sagrada Familia, y la defendiste de todos los peligros y hasta de la muerte segura en la persecución de Herodes, te presento al papá de esta criatura, intercede ante tu amado Hijo Jesús, para que logre mantenerse fuerte aún en el dolor y la preocupación. Que logre conseguir los medios necesarios para la buena atención de su hijo/a. ayúdalo a no decaer y a mantenerse lúcido a la voluntad de Dios.

Señor, tu dijiste que creyéramos que ya hemos obtenido lo que te pedimos con fe en oración, ahora levanto mi voz y mis brazos para darte gracias por la salud que recibirá este niño por el poder de tu amor que escucha esta oración confiada. Reconocemos que ya estás actuando y sanando. Como el funcionario del Evangelio, nosotros también reconoceremos que es en este mismo momento que estas restableciendo salud y bienestar. Te alabo en fe. Te reconozco Señor y Salvador de nuestras vidas, sin ti estamos perdidos. Te amamos Señor y reconocemos tu grandeza. A ti la gloria por los siglos sin fin. Amén.
(Padrenuestro, Ave María, Gloria)